sábado, 2 de octubre de 2021

Mi compañera de piso - Capítulo IV - Final

  Ya paso un mes desde que estoy en este cuerpo, algunos cambios importantes que hice en este tiempo es que le dí un pene más grande a Alexander, y que así me empecé a decir a él, puesto que ahora que estoy en este cuerpo para siempre decidí darme el título dd verdadera Karla y ahora me refiero a mi como ese nombre. El tamaño del suyo se ve bien en esta foto que le saque.



 Se ve muy suculento y sabe aún mejor, no ha pasado día que llego del trabajo y ya me encuentro de rodillas chupando su pene como la puta que soy, como la puta en la que estar en este cuerpo me convirtió. 



 He descubierto que me encanta hacer bukkakes, de vez en cuanto invitó a unos cuantos tipos de la calle a pasar a mi casa y hago grandes gangbangs donde soy la única chica y todos me cogen. Al final uno por uno se van corriendo en mi cara y en mi boca para al final tragar tanta leche que me dicen "la bebota".



 Hago hechizos todo el tiempo, podría decirse que ahora soy una hechicera, por ejemplo: Tengo un hechizo puesto en mi que hace que la gente vea normal y decente que yo ande desnuda, me masturbar y tenga sexo por calle como una perrita. Y mi parte favorita es ir a las tiendas de ropa y abrirme de piernas, me masturbo frente a las empleadas y les chupo sus conchitas sin pudor alguno.



 Además de vez en cuando me pongo un collar de perro y hago que Alexander me saque a pasear al parque de perros. Donde juego como una sólo para divertirme y los demás me ven como una perrita de clase alta.

 Y el otro día invite a mis amigas en mi casa y les hice un oral, sólo para después usar el arnés que me compre para darles lo que se merecen. 

 En resumen, pase de ser un chico puritano a una perrita ninfómana que no pasa un día sin tener sexo, pero ahora todo es más divertido, hago lo que quiero gracias a la magia y mis padres piensan que soy una buena chica.  

 Y así llegamos aquí, donde te estoy contando esto mientras te bajo los pantalones, puesto que te hice cambiar de cuerpos con mi vecino y estamos por tener acción, claro que vas a ser sólo mi juguete~ 



Fin de la historia 

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Espero que les haya gustado está historia, es la primera vez que hago una historia así, y me divertí bastante haciéndola. Nos vemos corazones! <3

Mi compañera de piso - Capítulo III

 Al despertar me estire y después froté mis ojos mientras me sentaba. Mire a mi lado a mi cuerpo aún dormido y tome el libro, lo puse a un lado y después sólo para curiosidad me subí sobre mi cuerpo. Mire mi cara y tome mis mejillas para después empezar a besar mi boca. 

 Sentir los labios de un hombre contra los mías fue extraño, aún más extraño que sean los míos, pero me gustó. Me separe y un hilo de baba aún unía mis lenguas. Fue entonces cuando me levanté y me lleve mi libro a la habitación de Karla.

 Primero que nada debía cambiarme, no debía de estar desnudo por la casa, aunque sólo estaba yo en ese momento, pero podría enfermarme si refrescaba. Empecé a husmear entre los cajones de ropa y tome lo que me pareció se le vería bien. Mire sobre tocador estuches de maquillaje, extrañamente me acerqué y me senté en la silla donde me empecé a maquillar como si siempre hubiese sabido hacerlo. 

 


 Fuí a la cocina y me prepare un tazón de cereal con leche, de mientras mande un mensaje a la oficina de mi jefe reportando que tenía fiebre para divertirme en este cuerpo que tengo por ahora.

 Después del desayuno me fui a la habitación de Karla nuevamente y revise su mesita de noche, saque el dildo que tenía ahí y lo observé con deseo, era hora de darle uso a esta vagina que ahora tengo. 

 Nuevamente me desnudé y me abrí de piernas, empecé a chupar ese falo de goma con deseo de que fuese uno real. Me lo metí tan adentro de la boca que por un momento temí porque se me quedé atorado, pero después de unos momentos me lo saque de la boca y me lo pase por la vagina, gemi excitada antes de meterlo, cuando gemi aún más alto.

 Lo empecé a meter y sacar con todas las ganas del mundo mientras de mi boca salía gemido tras gemido de puro placer, su vagina se pone más viscosa y resbaladiza por los jugos que de ella salen. 

 Hace los ojos hacia arriba al tocar una parte en la parte de arriba de su vagina, había encontrado su punto G, y al hacerlo un chorro de fluidos salió volando por el piso. 

 
 Karla: agitada que bien *jadeo* se siente *jadeo* el orgasmo sonrió como una pervertida antes de meterme el dildo con mis jugos en la boca y dejarlo limpio.


 Tarde un poco en recomponerme porque la sensación del orgasmo era demasiado para mi cabeza que estaba acostumbrada a un placer mucho menor. Después de unos minutos me senté y me volví a poner la ropa, fue entonces donde me puse a leer con más detenimiento el libro y fue cuando me asusté al leer la página del hechizo que me llevo hasta esto. 

 Yo sólo quería probar un hechizo, así que ni leí la descripción, pero al hacerlo. 


 Karla: El hechizo es totalmente irreversible. El alma sale del cuerpo de la persona y posée a la persona más cercana a ella. El hechizo se puede usar cuantas veces quiera. El alma del cuerpo es sustituida y borrada de la existencia. 

 Trague y me mire al espejo, sin saberlo había asesinado a Karla y la sustituí sin querer. Suspire y froté el tabique de mi nueva nariz. Seguí leyendo hechizos ahora con más detenimiento, encontré uno para manipular cuerpos sin voluntad. Agarre uno de los pelos de mi cuerpo antiguo y uno de ahora, los puse en un taper, tire unas gotas de mi sangre y pronuncie las palabras mágicas. 

 Fuí a mi habitación y ordene a mi cuerpo levantarse y este lo hizo. Sonríe al ver las posibilidades que tenía con el libro y dije: 

 
 Karla: Creo que ahora voy a tener una nueva vida, y no será una que desperdicie como antes~ 


Fin del capítulo III

Mi compañera de piso - Capítulo II

  Mientras me miraba en el espejo y veía a mi compañera de piso en él me movía. Me quedé sorprendido de ver como imitaba mis movimientos y ahí fue cuando lo comprendí, el hechizo era real. Estaba estupefacto, o estupefacta en este momento. 


 Mi compañera siempre me había parecido atractiva, quería tener su cuerpo para mi y que sea mi novia o algo parecido, pero no quería tener su cuerpo de forma literal. 

 Esta era una situación demasiado rara para mi, aunque también es una situación de una sola vez en la vida. Me fuí a mi habitación y vi mi cuerpo dormido con el libro en la cara. Me acerqué a mi mueble y agarre mi cámara de vídeo. 

 Fuí a la habitación de Karla y puse la cámara a grabar. 


 Karla: Hola, Alexander~~ quería decirte un montón de cosas que me he estado guardando~~ *puse mis manos en los tirantes del vestido y lo empecé a bajar* Me has gustado por mucho tiempo y ahora voy a grabarte un vídeo para que tengas con que disfrutar a la noche~~ 


 Karla: ¿Te gusta lo que ves, amor~? *me saco completamente el vestido y también el sujetador* .



 Karla: Todo este cuerpito de chocolate es para ti~~ *Me empiezo a sacar la tanga de la forma más excitante que se me ocurre en ese momento*


 Karla: Estoy tan excitada cada que te miro y parece que a ti no te gusta verme *hago un puchero y después me acerco a la cámara y me doy la vuelta* ¿Acaso no te gustaría tener todo este culito para ti~?



 Karla: *vuelvo a darme la vuelta y me siento en el sillón de su habitación mientras me abro de piernas* Estoy muy deseosa de tu gorda verga, Amor~~ 


 

 Karla: Cuando quieras estoy aquí para ti, papi~ *acerco la cámara a mi vagina prestada* Te espero~ 


 Corto la grabación pero me siento muy excitado en este momento. Voy a mi cuarto y veo mi cuerpo, de tan excitado que estoy me bajo los pantalones en mi cuerpo original y veo mi pene. Maldición, se ve demasiado sabroso.

 Me relamo los labios y empiezo a masturbarlo. Nunca panse que masturbar a alguien me pondría así de caliente. Al ver lo dura que se pone trago, desde está perspectiva se ve más grande de lo normal. Tomó mi celular y saco una foto mientras succiono la cabeza de mi propio pene. 


 Me autohago una garganta profunda y empiezo a moverme de arriba a abajo de manera rápida, mi cuerpo estaba usando la memoria muscular para darme una mamada. Este duro pene me estaba haciendo perder la razón y cuando sentí una caliente y abundante descarga en mi garganta lo saboree todo. Succiono un poco más y me separo. 


 Karla: Maldición, ahora entiendo porque Karla es toda una puta. El semen es delicioso *relamo mis labios* Tal vez estar así por un tiempo no sea tan malo. 


 Guardo nuevamente el falo en mi pantalón y me acuesto a mi lado y me quedo dormida.


Fin capítulo  II

Mi compañera de piso - Capítulo I

 Soy Alexander, o bueno, ese era el nombre por el que se referían a mi antes de todo esto. Déjame contarte como fue que empezó está historia así me entiendes: 

 Era el principio de la vacaciones de verano, los pájaros cantaban y volaban por la ciudad a la que me había a fines del año pasado por causa de mi trabajo. Estaba caminando por la ciudad para ir por un café y poder relajarme aunque sea un poco por la situación de mi apartamento compartido. 

 Te preguntarás: ¿qué situación podrías estar teniendo? Pues verás, para no tener que pagar tanto por la renta accedí a vivir con una chica y dividir gastos, así podríamos vivir los dos cómodamente con lo que nos sobraba. Pobre de mi que no sabía las costumbres de mi compañera. 

 Volví a mi casa ya un poco más relajado y vi a mi compañera haciendo lo de siempre. 


 Karla: ¡Ahhh~~! ¡Ahhh~~! ¡Más duro, papi~~! *dice mientras un tipo se la está cogiendo sin pudor alguno mientras yo sólo observo*


 Así es, mi compañera de piso es una adicta total al sexo. Según tengo entendido, un nombre más técnico sería ninfómana para las personas adictas al sexo como ella.

 Esta situación es algo a lo que yo ya estaba acostumbrado, todos los días había una persona diferente en la casa dándole a Karla lo que ella quiere. 

 Me fui a la cocina y me puse a trabajar desde mi computadora mientras los gemidos de mi compañera de piso se hacían cada vez más fuertes, indicando que ya están por acabar, una buena noticia para mi. 

 Sólo fue cuestión de dos minutos hasta que esos dos terminaron de hacer sus cosas y el tipo se fue, yo miraba como mi compañera se tomaba la pastilla y se limpiaba, pues según ella, no le gusta la sensación de los condones. 

 Entra a la cocina sólo vistiendo una camiseta sin mangas de color azul y me saluda.



 Karla: Bienvenido a casa, Alex. ¿Qué haces? 

 ¿Es acaso que tiene pudor para estar así frente a mí?

 Alexander: Pues lo de siempre, hago mi trabajo. *tomó un poco del café que compre mientras volvía de mi caminata*.

 Karla: Awwww, no seas aburrido. Se que me estuviste escuchando~ *baja una de sus manos a mi entrepierna* Así que aquí debe estar la carpa armada~~ 

 Alexander: *tomó su mano suavemente para no lastimarla y la aparto* Lo siento, Karla. Pero no me gustan este tipo de cosas de sexo sin compromiso.

 Karla: *con un tono burlón* Vaaaya~ parece que alguien es de la vieja escuela de los que sólo lo hacen con quien se van a casar~ 

 Alexander: Eso me gusta pensar, así que si no te molesta, seguiré trabajando *Me dispongo a seguir con mi trabajo*


 Karla se aleja y se viste para ir a hacer su trabajo, ella según tengo entendido trabaja en una compañía como programadora, algo como yo que me la paso haciendo códigos de seguridad para páginas web. 

 Cuando ella se va yo terminó al fin el código que llevo semanas haciendo, a causa de la desconcentración que me produce escuchar sus gemidos día y noche. Cargo el código a una memoria usb, tomó las llaves y salgo de mi casa, tocaba viajar para ir a entregarlo a una tienda de supuestos objetos místicos. 

 Es increíble lo credulas que son algunas personas, creer en estos supuestos artefactos y además pagar tales sumas de dinero por ellos, no es de extrañar que tengan el dinero para pagar un código personalizado para su página web, aunque el que lo vendan en la red oscura si que me intrigaba un poco.

 Al llegar s la tienda me acerqué al mostrador y dije que era el programador u que venía a entregar el código que ordenaron. 

 Una linda mujer sale de detrás de una cortina y al verme me saluda.


 ???: Bienvenido a mi tienda, hermoso *dice de manera coqueta*.

 Alexander: Disculpe, vengo a darle el código de seguridad que me pidió *saco la memoria usb*.

 ???: Oh, gracias. Llevo tiempo esperando esto *toma la memoria usb*.

 Alexander: Si, lamentó eso. Tuve algunos problemas *rasco mi nuca por la pena que me da haber tardado tanto*.

 ???: Oh, no hay problema. Ten tu dinero *abre la caja registradora y toma el dinero justo que necesitaba* 

 Alexander: Muchas gracias, señorita *tomó el dinero pero además veo como me da un libro* ¿Y esto?

 ???: Es un regalo de mi parte, es un libro de hechizos *sonríe* Aunque *su mirada se ensombrece* ten cuidado con el hechizo que uses, hay algunos que son permanentes. 

 Alexander: Claro *digo un poco extrañado antes de dar media vuelta y marcharme de ese lugar*.

 

 Esa misma noche estaba tan aburrido que tome el libro que esa chica me dio. Al abrirlo pude ver que cada página correspondía a un hechizo y tenis su descripción. Sólo por curiosidad seguí leyendo hasta encontrar un hechizo que me intereso. Lo leí en voz alta y al hacerlo me sentí mareado por un momento antes de caer inconsciente. 

 No creo que haya pasado mucho hasta que me vi en la sala, parado, y en un momento perdí el equilibrio. Caí al suelo después me agarre de un mueble cercano para levantarme. Al hacerlo note que traía puestos unos tacones, pero lo que más me sorprendió al ver al enfrente y encontrarme con el espejo del mueble fue:


 Alexander: ¿Soy. . . Karla? 

 


Fin del capítulo 1

viernes, 1 de octubre de 2021

Cambio de cabeza

 Carlos, un chico de 25 años estaba preparándose para ir a una fiesta con sus amigos aprovechando que mañana tendría día libre en el trabajo. 

 Salió de su casa cerrando todo con llave y se subió al auto de su amigo Samuel, quien dijo que ahora pasarían por los demás y que se ponga el cinturón. 

 Mientras el auto aceleraba este veía que se alejaban cada vez más y más del lugar donde supuestamente estaría la fiesta donde irían. 

 Algo no le parecía bien en esto, porque cada vez estaban más en una curva que estaba en un risco con piedras en el fondo. Fue en ese momento que Samuel aceleró a fondo y se tiró del auto sin dar tiempo a nada.

 Carlos cayó junto a auto por el risco y al impactar este murió por el golpe. 

. . . . .. ..


Carlos: *abre los ojos* ¿He? ¿Dónde estoy? *intenta levantarse pero nota que está agarrado por una cintas* ¡¿Pero qué diablos?! *al bajar la mirada ce dos pechos verdes y grandes que están cocidos*

Samuel: *Baja de unas escaleras y lo ve* Vaya, veo que despertaste 

Carlos: ¡¿Qué carajos es estos, Samuel?! *exclama enajado*

Samuel: Déjame explicarte. *se aclara a garganta* Después de que te acostaste con mi novia ella me dejo, por lo que yo tuve mucho tiempo para planear mi venganza. Por suerte encontré los diarios del Dr. Frankstain, e hice un cuerpo con las partes más sexis que encontré en el cementerio de la ciudad, y claro, ahora con tu cabeza mi creación está hecha *se Baja el cierre del pantalón*

Carlos: ¡Nooooo! *grita con miedo*

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Carlos fue convertido en la esclava sexual de Samuel, quien no dejaba día sin bajar y abusar del nuevo y sensual cuerpo de su esclava Carla. 



¿Universidad barata?

Fue un duro golpe saber porque tenía una beca completa en la Universidad, y todo porque mi mamá quizo una semana siendo joven otra vez.  Res...