sábado, 2 de octubre de 2021

Mi compañera de piso - Capítulo III

 Al despertar me estire y después froté mis ojos mientras me sentaba. Mire a mi lado a mi cuerpo aún dormido y tome el libro, lo puse a un lado y después sólo para curiosidad me subí sobre mi cuerpo. Mire mi cara y tome mis mejillas para después empezar a besar mi boca. 

 Sentir los labios de un hombre contra los mías fue extraño, aún más extraño que sean los míos, pero me gustó. Me separe y un hilo de baba aún unía mis lenguas. Fue entonces cuando me levanté y me lleve mi libro a la habitación de Karla.

 Primero que nada debía cambiarme, no debía de estar desnudo por la casa, aunque sólo estaba yo en ese momento, pero podría enfermarme si refrescaba. Empecé a husmear entre los cajones de ropa y tome lo que me pareció se le vería bien. Mire sobre tocador estuches de maquillaje, extrañamente me acerqué y me senté en la silla donde me empecé a maquillar como si siempre hubiese sabido hacerlo. 

 


 Fuí a la cocina y me prepare un tazón de cereal con leche, de mientras mande un mensaje a la oficina de mi jefe reportando que tenía fiebre para divertirme en este cuerpo que tengo por ahora.

 Después del desayuno me fui a la habitación de Karla nuevamente y revise su mesita de noche, saque el dildo que tenía ahí y lo observé con deseo, era hora de darle uso a esta vagina que ahora tengo. 

 Nuevamente me desnudé y me abrí de piernas, empecé a chupar ese falo de goma con deseo de que fuese uno real. Me lo metí tan adentro de la boca que por un momento temí porque se me quedé atorado, pero después de unos momentos me lo saque de la boca y me lo pase por la vagina, gemi excitada antes de meterlo, cuando gemi aún más alto.

 Lo empecé a meter y sacar con todas las ganas del mundo mientras de mi boca salía gemido tras gemido de puro placer, su vagina se pone más viscosa y resbaladiza por los jugos que de ella salen. 

 Hace los ojos hacia arriba al tocar una parte en la parte de arriba de su vagina, había encontrado su punto G, y al hacerlo un chorro de fluidos salió volando por el piso. 

 
 Karla: agitada que bien *jadeo* se siente *jadeo* el orgasmo sonrió como una pervertida antes de meterme el dildo con mis jugos en la boca y dejarlo limpio.


 Tarde un poco en recomponerme porque la sensación del orgasmo era demasiado para mi cabeza que estaba acostumbrada a un placer mucho menor. Después de unos minutos me senté y me volví a poner la ropa, fue entonces donde me puse a leer con más detenimiento el libro y fue cuando me asusté al leer la página del hechizo que me llevo hasta esto. 

 Yo sólo quería probar un hechizo, así que ni leí la descripción, pero al hacerlo. 


 Karla: El hechizo es totalmente irreversible. El alma sale del cuerpo de la persona y posée a la persona más cercana a ella. El hechizo se puede usar cuantas veces quiera. El alma del cuerpo es sustituida y borrada de la existencia. 

 Trague y me mire al espejo, sin saberlo había asesinado a Karla y la sustituí sin querer. Suspire y froté el tabique de mi nueva nariz. Seguí leyendo hechizos ahora con más detenimiento, encontré uno para manipular cuerpos sin voluntad. Agarre uno de los pelos de mi cuerpo antiguo y uno de ahora, los puse en un taper, tire unas gotas de mi sangre y pronuncie las palabras mágicas. 

 Fuí a mi habitación y ordene a mi cuerpo levantarse y este lo hizo. Sonríe al ver las posibilidades que tenía con el libro y dije: 

 
 Karla: Creo que ahora voy a tener una nueva vida, y no será una que desperdicie como antes~ 


Fin del capítulo III

3 comentarios:

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